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martes, 24 de diciembre de 2013

Os deseo una Navidad… de cine =)


Muy buenas tardes, chic@s;

Si es que todavía no me lo creo: lo he conseguido. 
No como lo tenía planeado (mis planes incluían haber terminado 15 días atrás y regalos con muchos ceros que habría comprado con la pasta del décimo premiado de lotería y el furor del Dom Perignon; pero la vida se resiste a darme lo que le pido, así que me he quedado con regalos de mucho encanto aunque pocos ceros y cava del normalillo,  de ese que no se mide por el bouquet que destila sino por el mucho o poco dolor de cabeza que aparece después de haber tomado un par de copas...) pero lo he logrado: 

son la una y poco del 24 de diciembre y no me queda ni un sólo paquete que envolver, ninguna etiqueta que recortar ni ninguna golosina que empaquetar =)

Este año ha sido una locura de mucho correr y poco soñar; claro que también he vivido grandes momentos y he conocido a personas estupendas. 
Pero si algo tuviera que destacar de este 2013 que pronto va a terminar es que no importa lo equivocada que parezca la dirección que decidas tomar, no importa lo duro que parezca a veces el camino ni lo sol@ que puedas sentirte algunas veces; si tú sientes que ahí encontrarás tus respuestas entrégate de lleno que la vida ya se ocupará de darte las herramientas que necesites a cada instante.
Bueno, después de este momento tan 'pequeñosaltamontes' sólo me queda

desearos unas muy Felices Fiestas y un 2014... de escándalo =)

Añado que este año no va a haber sorteo navideño en 'more than Chic'. 
No. 
Llevo días dándole vueltas y he llegado a la conclusión que prefiero haceros un regalo a cada un@ de vosotr@s; me parece una forma mucho más justa y democrática de agradeceros que sigáis estando ahí (a pesar de mis inestabilidades ;)






Por eso he decidido compartir con vosotr@s dos láminas que me regaló Mr.J hace ya algún tiempo y que cada día me gustan más.
Se trata de un par de caricaturas en blanco y negro de Esther Williams y Katharine Hepburn que desde hoy hasta el 7 de enero (mantengamos la magia, mandadme un mail si las queréis más allá de esa fecha ;) 

libremente vais a poder descargar, imprimir y disfrutar.




Ah, y ya sabéis:

Turrón, abrazos, regalos y sonrisas. 
Mucho de todo.
Nos vemos el 8 de enero ;)

Besos,
Ingrid
* Imágenes 'more than Chic'.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Recetas: 4 salsas para acompañar 'roast beef' que nunca fallan ;)

Muy buenas noches:

Me he pasado dos días metida en la cama sin salir de casa y todavía no he logrado erradicar todos los virus que han intentado acabar conmigo. 

Malditos sean.

Por su culpa no sólo tengo la nariz como un holandés borracho y tocado por el sol –que me perdone el colectivo, sólo pretendía ser algo más gráfica- y la voz de tenor retirado, sino que me he convertido en una abuelita sorda y escasa de reflejos (especialmente los mentales).
Aunque queriendo ser justa  y optimista (que se note que voy trabajando el pensamiento positivo ;) he de reconocer que gracias a ellos –a los virus-


he tenido tiempo de pensar en alternativas gastronómicas de caras a estas Navidades

Una de mis elecciones va a ser el ‘roast beef’ (ya hablamos de ello aquí, clic); y lo he decidido así porque este asado es como un buen básico que cambia radicalmente y se adapta a la ocasión en función del complemento que se le ponga (vamos, como cuando a unos tejanos les pones unas bailarinas o unos taconazos ;). 

No es lo mismo servirlo con una salsa de oporto o una salsa agridulce de frambuesa (clic aquí)

que con alguna de estas cuatro salsas que os propongo hoy =)

Salsa bearnesa



Esta es una salsa ideal para acompañar todo tipo de verduras y carnes asadas o a la parrilla.
La elaboración no es muy distinta de la de la salsa holandesa (que vimos aquí, clic) y si bien no es complicada, quizás sí es algo más laboriosa que las otras tres que vamos a ver (aunque niente paura ;).

Los ingredientes:
- 250 grs. de mantequilla clarificada (vimos cómo hacerlo aquí, clic
)
- 3 yemas de huevo
- 100 ml. de vinagre de vino estragón (o de vino blanco)

- 100 ml. de vino blanco
- unos granos de pimienta negra
- dos chalotas (vaaale, sí; si no he tenido chalotas alguna vez lo he hecho con cebolla…)

- un poco de estragón (en teoría, confieso que el perejil lo ha sustituido alguna vez… ;)
- sal y pimienta

¿Cómo lo hago?
- Picaremos las chalotas en ‘brunoise’ y las pondremos en un cazo con el vinagre, el vino y las bolas de pimienta. Dejaremos cocinar a fuego fuerte hasta que nos haya reducido a un tercio.

Retiramos del fuego, colamos y dejamos que se enfríe.
- Con una batidora de varillas trabajaremos las yemas; cuando empiecen a montar, añadiremos el líquido del paso anterior (garbo moderado ;) y cuando veamos que va espesando, le agregaremos la mantequilla clarificada poco a poco hasta conseguir una textura consistente.
- Terminamos añadiendo estragón, sal y pimienta al gusto.


Salsa de mostaza



En esta ocasión vamos a comentar la versión más sencilla de esta salsa; (que fácilmente podríamos complicar desglasando con un poco de vino blanco –o caldo de carne-  la sartén donde hayamos dorado la pieza de carne, añadir mantequilla, mostaza y dejar reducir para terminar incorporando –o no- unas alcaparras); … pero me parece que a estas alturas de lo que se trata es de que con la mínima inversión de tiempo y esfuerzo se obtenga un resultado de ‘oumaigot… delicius’, ¿no os parece?.


Los ingredientes
- Mostaza  (Aquí juega un papel fundamental  vuestro paladar. Yo suelo usar la de Dijon, pero reconozco que la inglesa tampoco os hará quedar mal…  la que os apetezca o tengáis más a mano)

- Nata líquida
- Unas  alcaparras o unas bolas de pimienta verde


*No os pongo cantidades porque yo nunca mido cuánto de cada. Entre otras cosas porque esta salsa te permite rectificar en el momento sin riesgo de desastre nuclear si crees que te has pasado de mostaza o que –por el contrario-  todavía le falta un poco.
Digamos que esta es una de esas recetas que te permite pensar que eres de lo más atrevid@ y descarad@... Por lo menos culinariamente hablando ;)

¿Cómo lo hago?
-Ponemos nata liquida a reducir en un cazo. Esperamos que arranque a hervir y añadimos mostaza (ojo, no os paséis; empezad con poco y ya tendremos tiempo de aumentar intensidad).
- Cuando veáis que ya está ligada y suficientemente reducida, le agregáis unas alcaparras o unas bolas de pimienta verde (sentido común, por favor… se trata de alegrar la salsa, no de pasar a tener una salsa de alcaparras con mostaza ;)

- Probad y rectificad de sal y pimienta si es necesario.

Salsa tártara



Tanto ésta como la siguiente yo suelo usarlas para presentar el ‘roast beef’ en frío (es decir, el que sobra y tomamos al día siguiente ;).

Los ingredientes
- 200 grs de mayonesa (podéis prepararla siguiendo las indicaciones de Belén  -aquí, clic-
o bien optar por comprar una ya elaborada directamente).
- un huevo duro
- 6 o 8 pepinillos en vinagre
- media cebolla pequeña
- un par de cucharadas de alcaparras escurridas
- media cucharadita de mostaza
- un poco de perejil


* Sé que hay recetas que le añaden también rábano y aceituna; pero personalmente la prefiero sin: los rábanos y yo nunca fuimos grandes amigos y el sabor de la aceituna me resulta excesivo entre alcaparras y pepinillos… pero es sólo una cuestión de gustos personales.

¿Cómo lo hago?
- Escurrimos bien las alcaparras y los pepinillos (yo después de escurrir bien suelo ponerlos sobre una servilleta de papel para que absorba bien toda la humedad).
- Picaremos fino (¡fino, fino!)  alcaparras, pepinillos, cebolla, perejil y huevo.
- Finalmente mezclaremos todo en un bol añadiendo media cucharadita de mostaza.
Aunque se puede consumir de inmediato, aconsejo un reposo de un par de horas para asentar sabores.


Salsa 'tonnata'



A ver, si nos ponemos exquisitos llegaremos a la conclusión que esta de atún es quizás la más veraniega de todas las salsas que comentamos hoy.
Ya lo sé.
Que no parece cuadrar con turrón, decoraciones navideñas y villancicos.
Que en principio parece ligar más con pescados (y huevos cocidos o sándwiches vegetales) que con carnes. Vale.
Pero hacedme caso, si no habéis probado el ‘vitello tonnato’ –en cuyo caso ya no tengo que convenceros de nada-, servid un poco de salsa ‘tonnata’ la próxima vez que hagáis 'roast beef'… y ya me contaréis, ya.


Los ingredientes
- un huevo
- 250 ml. de aceite de oliva suave (yo prefiero girasol)
- una latita de atún
- dos cucharadas de alcaparras
- 6 filetes de anchoas
- el zumo de medio limón


¿Cómo lo hago?
- Empezamos haciendo una mayonesa con el huevo y el aceite (imagino que también valdría una mayonesa comercial).

- Cuando haya emulsionado por completo, le añadimos el resto de ingredientes y trabajamos batiendo todo hasta conseguir una salsa fina.

*Existen también recetas de ‘tonnata’ que, en vez de partir de una mayonesa de base,  trituran un par de huevos duros con el resto de los ingredientes (atún, anchoas, alcaparras y limón) y añaden después  aceite hasta conseguir la textura deseada.

Y hasta aquí el discurso culinario de hoy.
Ahora contadme:

¿Habéis probado alguna de estas cuatro salsas con el ‘roast beef’?¿Cuál preferís?
¿Qué planes culinarios tenéis para estas Fiestas?
¿Qué recetas os hacen sentir… tentadoramente
descarad@s ;)?

¿Os caen bien los rabanitos?

Besos,
Ingrid


*Imágenes gastromand.dk,jkr.co.uk, thewhiteramekins.com & kotijakeittio.fi. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Etiquetas imprimibles para beibis =)



Hola chic@s;

Oyoyoyoyoyoyyy qué catarrazo he pillado... Normalmente cuando voy a estar resfriada me lo veo venir unos días antes; que si la espalda, que si dolor puntual de cabeza, que si ganas de comer de la forma más desequilibrada que os podáis imaginar  (ahora macarrones, luego un plátano con patatas chips, después pan con atún y un pedazo de chocolate...  )
Pero esta vez me ha pillado por sorpresa. Me acosté el sábado por la noche bien...

y me desperté el domingo fulminada por los virus =S

Intento sobrevivir a base de té, paracetamol, mimos y papel de cocina (es que con los kleenex ya no me llega...); pero en eso se queda, en intento... Porque tengo tantos mocos y tanta mala leche que estoy convencida que salgo de casa y

las autoridades declaran sin dudarlo el estado de sitio, el de alarma y el de excepción.

Así que voy a ir al grano: me habéis mandado algunos mails preguntando por las etiquetas del regalo DIY que hice para la nena de mi amiga C (lo comentamos aquí, clic) y he pensado en poneros un par de 'pedeefes' con las etiquetas que me hice para nena (son las  que visteis en las fotos) y también otras (que me guardaba en la manga ;) para nene.



Para hacerlas usé los 'overlay' diseño de  Mel Stampz y que encontré en su Flickr (imperdible todo de ella: su blog -clic-, su Flickr -clic-, su todo... ya me diréis , ya), unas fotos de unas telas de Lecien (colección Floral) y otras de Monaluna (colección Happy Camping).
Los círculos sólo son círculos (sorry es que ando muy espesa); lo que yo suelo hacer es escribir en ellos el nombre del destinatari@ e imprimirlo en papel vegetal.


Así las tendréis siempre que las necesitéis; tan sólo tenéis que hacer clic en el enlace, descargar, imprimir, recortar (yo a veces uso los moldes de galleta para recortar tarjetitas con formas de estrella, corazón...)

y entregar =)

Y ahora os dejo, voy a por más papel de cocina...

Contadme:

¿Hasta qué punto os parece importante el 'packaging' de un regalo?
¿Os posee el diablo de la gula días antes de caer acatarrad@s?
Nos vemos el miércoles ;)

Besos,
Ingrid


*Imágenes 'more than Chic'.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

DIY para bebés... =)


Buenas noches, ¿cómo estáis?;

Hoy la cosa va de nenes (y nenas ;). 
Voy a empezar confesando que los críos nunca se me han dado demasiado bien. 
No hay manera. 
Yo creo que me lo notan y por eso yo tampoco les gusto demasiado a ellos (que no lo digo por decir, que a mí me ponéis un recién nacido en los brazos y  veréis lo mucho -y alto- que es capaz de llorar...)

Pero estar en la treintena -avanzada, para qué nos vamos a engañar- le  convierte a un@ en blanco fácil de todo lo que tenga algo que ver con embarazos, biberones y demás: los conocidos te preguntan para cuando vas a convertir en abuelos a tus padres (os imagináis la escena, ¿no?... ellos con su retintín, y yo con cara de circunstancias procurando disimular con una sonrisa las ganas que tengo de gritarles '¡no estoy tarada...es que no me ha llegado el momento!¿o es que ni eso puedo decidir?'), al entrar al súper los pañales son el primer producto que te encuentras nada más cruzar la puerta y los amigos procrean sin parar. 
Por eso hoy voy a mostraros el último

DIY que he hecho para regalarle a un bebé ;)


Venga, poneos algo de beber -yo invito- que esto es tan sencillo como parece; (en realidad ya lo lo vimos aquí ¿os acordáis, clic?). Necesitaremos un cojín básico (este es de Ikea, clic), un retal de tela, aguja, hilo, tijeras, lápiz, cartulina, entretela...

¡¡y un poco de salsa!!
(iba a decir rock, pero con la costura no acabo de verlo... ;)

Como la nena de mi amiga tiene una hermanita -y ya que estaba con los retales, los hilos y la salsa ;)- quise coserle un detalle también a ella. No me costó demasiado decidirme: le haría una bolsita de tela multiusos...


que le llevaría rellena de chuches y chocolatinas 
(vamos, lo que técnicamente viene a ser un soborno en toda regla)

Pensé que a los papis un bizcocho de manzana -facilísimo, ya os contaré- les vendría bien  para reponer fuerzas; que todos los papás de estreno que conozco están contentísimos y encantados  pero también ojerosos y cansados ;).


Diseñé unas etiquetas y...


¡Voilà ;)!
¿Verdad que no es complicado?
¿Cuál es vuestra opción cuando aparece la cigüeña?
¿Creéis que algún día, frente a los pañales del súper, me va a llegar el 'ahora o nunca'?
Vaaaale, también podemos probar con jazz... ;)

Besos,
Ingrid

*Imagenes 'more than Chic'.

martes, 3 de diciembre de 2013

'Juntos, nada más', de Anna Gavalda

Hola chic@s, ¿cómo estáis?:
 
Ayer me quedé dormida escribiendo esta entrada y hoy no he tenido ni un respiro hasta ahora para publicarla (me traigo un ‘tejemaneje’ entre manos que no os podéis ni imaginar… ¡¡campaña navideña a full!! Ya os contaré, ya… ;) y tenía cierta prisa en hacerlo, porque el libro del que vamos a hablar hoy
 
es uno de los que más ha logrado transmitirme últimamente =)

 
A veces en la vida ocurren cosas mágicas; no tienen porqué ser espectaculares o inimaginables. Que va.
A veces aparece una amiga (gracias B por haberme introducido en el universo de Gavalda, te debo una ;) con un libro. Cuando menos te lo esperas. Cuando más falta te hace.
Y entonces lo lees y te sorprendes de que un puñado de páginas
 
puedan contener tanta magia ;)

 
Sinopsis:
Camille Fauque tiene 26 años, dibuja de maravilla, pero no tiene fuerza para hacerlo. Philibert Marquet, su vecino, vive en un apartamento enorme del que podría ser desalojado. Franck Lestafier, cocinero de un gran restaurante, es mujeriego y malhablado, lo cual irrita a la única persona que le ha querido, su abuela Paulette, que a sus 83 años se deja morir en un asilo. El encuentro de estos cuatro personajes puede significar la salvación de un naufragio anunciado.
 
Lo que a mí me ha enamorado:
- No puedo dejar de mencionar el peculiar estilo de la autora. Personalmente me supo a frescura, a guiño simpático… Y no me refiero sólo a la forma de expresarse, de contar la historia; no es sólo por la forma serena (¿femenina?) de exponer una realidad -a veces un tanto dura- sino por la forma de entender y configurar el relato. Me pareció una bocanada de aire fresco de principio a fin.

 
- La singularidad de los personajes es otro factor a destacar. Los protagonistas de la historia son excéntricos, malhumorados, desdichados, pero también nobles, divertidos y –sobre todo- muy, muy dulces.
Entre ellos se establecen una serie de relaciones que funcionan fuera de lo común (a remarcar la relación entre Camille y Paulette), huyendo de 'lo establecido', arriesgándose a ir un poco más allá y vivir -y gracias a ello también comprender- que el dolor y la tristeza suelen ser necesarios para celebrar la alegría.

- Pero si me preguntáis qué fue lo que hizo nacer en mí ese sentimiento de adoración absoluta, lo que realmente me enamoró de ‘Juntos, nada más’, os he de confesar que fueron el optimismo y la esperanza (manifestándose en la grandeza de lo cotidiano y el poder de las pequeñas cosas) que destilan todas y cada una de las palabras que conforman este gran libro.



Contadme;

¿Habéis leído 'Juntos, nada más'?
¿Conocíais a Anna Gavalda?
¿Cómo andáis de magia últimamente ;)?
¡Nos vemos mañana!



Besos
Ingrid
 
*Imágenes vía Google & Pinterest.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Tarta San Marcos

¡Muy buenos días!:

No me digáis que la vida no promete ya es viernes, tenemos todo un fin de semana por delante, según nos cuentan los políticos la macroeconomía española está empezando a florecer (ya sé, ya sé pero hoy tengo ganas de ser ilusa, discutámoslo otro día, ¿ok?), y además hoy -tal como os prometí- vamos a ver lo fácil que es preparar una deliciosa, resultona y vistosa

Tarta San Marcos ;)



Los ingredientes

Para el bizcocho:
- 5 huevos medianos
- 150 grs. de harina tamizada
- 150 grs. de azúcar
- 1'25 cucharaditas de levadura
- una pizca de sal

Para el almíbar:
- 125 ml. de agua
- 75 ml. de coñac
- 200 grs. de azúcar

Para el relleno:
- 700 ml. de nata para montar
- 8 cucharadas soperas de azúcar glas
- 2 cucharadas soperas de cacao en polvo sin azúcar
- 2 cucharaditas de gelatina en polvo
- unos 50 ml. de leche

Para la crema de yema:
- 5 yemas de huevo
- 150 grs. de azúcar
- 50 ml. de agua
- 1 cucharada sopera de harina de maíz

Unas almendras fileteadas para decorar.


¿Cómo lo hago?

Para que la elaboración no resulte pesada (no digo complicada) yo os aconsejaría -así lo hice yo- dejar preparados el día anterior el bizcocho, el almíbar, la crema de yema y las almendras ya tostadas. Así, unas cuatro o cinco horas antes de cuando hayáis decidido presentar la tarta, solamente tendríais que preparar el relleno y terminar el montaje.

El bizcocho:
- Precalentamos el horno a 180º.
- Separamos las claras de las yemas y montamos las primeras a punto de nieve fuerte. Blanqueamos las yemas con el azúcar y añadimos las claras a estas últimas con movimientos envolventes.
- Agregamos la harina tamizada, la levadura y la sal procurando que no baje la mezcla y hornear a 180 grados unos 30 minutos (ojo, ojo y ojo que hay hornos muy traidores ;).
- Una vez horneado, desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla. Cuando esté completamente frío lo cortamos en tres discos iguales; para hacerlo yo usé la técnica del hilo (he escrito cómo y me doy cuenta que no se entiende nada... mejor os pongo un enlace con un video explicativo, clic aquí ;).

El almíbar:
- En un cazo ponemos el agua y el azúcar a hervir. Cuando arranque el hervor añadimos el brandy.
- Dejamos reducir a fuego medio-alto hasta conseguir un almíbar (punto de hebra grueso, yo tardé unos 15 minutos).

El relleno:
- Calentamos la leche y disolvemos la gelatina en polvo. Mientras se templa, empezamos a montar la nata con el azúcar.
Cuando esté a medio montar, añadimos la gelatina diluida (cuando la temperatura sea más o menos de 36 grados) y terminamos de montar.
- Del total de nata montada, reservamos un poco para decorar los laterales de la tarta (yo no usé demasiada, la justa para poner las almendras; unos 100 grs., poco más) y el resto lo separamos en dos mitades.
- Una la dejaremos tal cual; y a la otra, le agregamos las dos cucharadas de cacao y removemos con las varillas hasta integrar para conseguir la trufa.

La cobertura de yema:
- Empezaremos haciendo un almíbar con el agua y el azúcar en un cazo; cocinamos unos 5 minutos a fuego medio-alto y retiramos del fuego para que se temple.
- Mezclamos las yemas y la harina de maíz en un bol removiendo bien con unas varillas (a mí se me resistían los grumos y decidí cortar por lo sano pasándolo directamente por la batidora... ;)
- Añadimos el preparado de las yemas-maicena al almíbar, lo trasladamos al fuego y removemos con unas varillas hasta que espese.
Llenamos con agua muy, muy fría un recipiente en el que pueda caber con comodidad el que tenemos en el fuego.
- Retiramos del fuego la crema de yemas y sumergimos el cazo que las contiene en el recipiente con el agua fría; con esto conseguiremos enfriarla rápidamente, que no se oxide y que tenga un color envidiable ;).

Las almendras para decorar:
- Yo compré un paquete de almendras fileteadas de 200 grs. y las tosté a fuego alegre en una sartén antiadherente (y sin irme demasiado lejos porque a la que te descuidas sobreviene la catástrofe...).

El montaje es simple
Antes de empezar preparemos el plato -tartera o fuente- en la que vayamos a servir la tarta protegiendo el perímetro con unos trozos de papel de aluminio, de tal forma que una vez terminado el montaje podamos retirarlos fácilmente y conseguir así un acabado mucho más... coqueto (¿? ¡no encuentro la palabra!).

Y montamos la tarta:
1. Disco de bizcocho empapado en almíbar (ni mucho ni poco... a esto hay que cogerle el punto).
2. Capa de trufa (que repartiremos con una espátula de repostería o similar para que nos quede nivelada).
3. Disco de bizcocho empapado en almíbar.
4. Capa de nata.
5. Disco de bizcocho empapado en almíbar again.
6. Crema de yema (si nos apetece la yema quemada, podemos espolvorear un poco de azúcar por encima y quemarlo con un soplete).
7. Nata en el lateral + almendras fileteadas (paciencia... muuucha paciencia).

Observaciones:
Me preocupaba un poco la textura que iba a darle la gelatina al relleno (sí, podía haber usado estabilizante; pero me daba pánico pensar que se me podía desmontar el chiringuito) y la verdad es que quedé muy contenta con el resultado.

La crema de yema es algo espesa y aunque os parezca complicado extenderla, dejad primero que se atempere un poco (yo la tenía en la nevera) y ayudaros luego de una espátula o cuchara para repartirla, veréis que la cantidad que hemos preparado es la justa para cubrir el disco de bizcocho.

Finalmente, he de confesaros que yo terminé de preparar la tarta un par de horas antes de la celebración (muy en mi línea...) y si bien el resultado fue más que notable, al cabo de dos días me zampé uno de los dos trozos que quedaban y aquello era... mmmmmm, ohhhhh, uffffff. Por lo que no temáis anticiparos demasiado preparándola, que cuantas más horas de reposo tenga

muchísimo mejor =) 

(este es uno de los pedazos que quedaban al cabo de dos días ;)


Y ahora contadme,

¿Os habéis aventurado alguna vez a preparar una tarta San Marcos?
¿Os parece complicada de elaborar?
¿Para qué ocasión os parece la tarta ideal?
Disfrutad del fin de semana, nos vemos el lunes =)
Y si necesitáis ayuda al montar las claras decídmelo... que os mando al pinche ;)

Besos,
Ingrid
*Imágenes Pinterest & 'more than Chic'.
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